El 14 de octubre de 1980, Jimmy Carter rubricaba la Staggers Act, una normativa que facilitaba, permitía, las alianzas entre el ferrocarril, sus competidores y entre empresas ferroviarias. Ello luego de casi 20 años de caída de empresas, estudios, intentos, errores y amplio trabajo multisectorial durante los años ‘70
(Ver referencia: http://gorail.org/content/uploads/Staggers-Anniversay-Letter-to-STB.pdf )
Tomando como referencia este aniversario número 40 de la promulgación de la Stagger Rail Act norteamericana es posible buscar y encontrar una batería de aprendizajes para nuestros países y economías sudamericanas.
En primera medida el reconocer que tenemos tanto dificultades logísticas como un campo fértil para innumerables pequeñas y grandes mejoras.
A pesar de pensamientos y líneas que se repitan en ámbitos académicos que no tenemos problemas de costo logístico, que la oferta actual logística cumple “satisfactoriamente” con la demanda actual y que solo es “rentable” lo hiperconcentrado, hay otras opciones que no van en ese sentido.
Como primera medida un trabajo propio y necesario de quizás dejar de escuchar lo que nos inculcan desde organismos supraestatales y sus representantes sino ir a estudiar, analizar, comprender y aplicar con nuestra impronta mejorada lo que si funcionó en países que avanzaron, en este caso tomando el ejemplo de Estados Unidos. Para ver parte del impacto es bueno observar este gráfico.
Original del gráfico en: https://www.aar.org/wp-content/uploads/2020/06/AAR-Freight-Rail-Performance-Staggers-Chart.jpg
En el cual queda claro que el facilitar el intermodalismo y la reinvención ferroviaria no es algo que pudieron hacer por que les “sobraba la plata” o por que pueden emitir dinero, sino que les empezó a mejorar sus ratios a partir de decisiones políticas consensuadas y con un seguimiento en el dia a dia con más privados y públicos bajo el incentivo de dar un mejor servicio a más clientes con mejor oferta a un menor precio (aumentar productividad no es lo mismo que, simplemente, bajar el costo).
Sabiendo que no hay cliente tan pequeño o destino/origen tan “aislado” como para no ser atendido, pero no bajo un esquema de dar un derecho desde lo discursivo, sino el crear, mantener y mejorar una filosofía de generar incentivos para que el suministro de la oferta mediante inversión genuina de todo tipo de actores genere mejoras de productividad, ahorro y mayor competitividad mediante la cooperación. Una competitividad que busque la mejor versión de cada actor sin destruirse sumada a una cooperación que no signifique una cartelización ni la inmovilidad.
Parte de los conceptos que hemos aprendido con la Staggers Act y leyes y procesos concatenados anteriores y posteriores por parte de esa Sociedad política y económica de los EEUU, se exponen a continuación:
*Actuación de los máximos representantes de un país desde una visión federal y no meramente nacional. Con involucramiento de representantes de las localidades, condados, departamentos, estados, prefecturas, provincias, áreas metropolitanas, etc. sin esperar a que un gobierno nacional central o supranacional decida todo sin conocer ni la foto actual ni las potencialidades de todo el territorio. Y sin que un gobierno nacional central prohiba/desaliente lo que no permitió o “planificó”.
*Acción pedagógica permanente sobre la importancia de los modos integrados no solo en ámbitos académicos sino también para actuales y futuros dirigentes donde se les demuestra los logros de la intermodalidad y lo peligroso de que una nueva administración complique o retrotraiga los avances que brinden cohesión y mayor productividad a un país o región.
*Creación y consolidación de trabajadores, profesionales, pero también representantes políticos de todo nivel como así también investigadores tecnológicos. Que por una reinvención de las ferroviarias rompieron el mito o inercia de ver a este sector como una industria ya vetusta, sin innovación ni posible lugar de desarrollo, financiación y aplicación de tecnología debido a que deben mantener una oferta que no se autolimita a unos pocos rubros, con pocos orígenes destino al primero sino a responder y generar oferta a todo tipo de carga hacia todas direcciones del mercado interno doméstico y externo.
*Lograr una actitud y filosofía política de destrabar procesos burocráticos más perjudiciales que beneficiosos sumada a una filosofía desde los privados de querer y poder mejorar o iniciar nuevos emprendimientos de todo tipo sin quedarse inmovilizados perdiendo o subutilizando capital. Un hashtag por este aniversario de la Stagger Act es #thankarailroader (agradecer a los ferroviarios), un primer paso en nuestros países para volver a agradecer a los ferroviarios actualmente (y no solo por la historia nostálgica pasada) sería el buscar conjuntamente dar paso a aperturas de inversiones de terceros, que los camioneros y logísticos en general contraten la mayor y mejor oferta ferroviaria, bajar restricciones simplemente tecnicas, integrar y generar flujos y alianzas, aumentar seguridad y confianza, subir negocios entre modos, etc.
En definitiva si bien puede resultar hasta inentendible los años y generaciones perdidos para no integrar, no solamente los modos de transporte ni entre países sino también integrar regiones internas de cada país, es importante reconocer y avanzar a animarnos a concretar estas mejoras, sabiendo que no es un proyecto o trabajo de consultoría ni un relato de derechos adquiridos con una letra normativa bien intencionada pero sin vida en la realidad, sino que es una visión filosófica aplicada bajo un formato de Economía de Transporte Intermodal.
Punta Alta, Octubre 14 de 2020
Federico Ignacio Weinhold
Tesorero de AIMAS
Técnico en administración financiera y diplomado en logística
(Analista independiente de historia de la intermodalidad)
Foto de encabezado: Corredor de la Alameda, Los Ángeles. https://www.instagram.com/p/Bvjplg5nbVs/
Las cosas buenas y positivas hay que difundirlas…!!!